ORIGEN DE LOS DISFRACES
La
noche del 31de Octubre los druidas fabricaban una enorme fogata de año nuevo.
Quemaban animales, cosechas y seres humanos como sacrificios a su dios sol y a
Samhain, su dios de la muerte. Durante esta ceremonia diabólica la gente usaba
disfraces hechos de cabezas y pieles de animales. Entonces practicaban
adivinación, saltaban sobre las llamas o corrían a través de ellas, bailaban y
cantaban. Todo esto era hecho para ahuyentar a los malos espíritus. Los disfrazados
iban de casa en casa, cantando y bailando. Sus máscaras con sangre coagulándose
y sus grotescos disfraces servían para verse ellos mismos como espíritus
malignos, y así engañar a los espíritus que entrarían ese día y evitar ser lastimados por ellos.
TRATO
O TRUCO
Si por alguna razón alguien olvidaba disfrazarse o no podía engañar a los demonios vistiendo pieles de animales u otros disfraces, había una forma de exorcizarlos: haciendo con ellos un trato de comida y fruta y proveyendo al espíritu errante de albergue para la noche. Si el demonio quedaba satisfecho con su trato, no le harían truco arrojándole un hechizo maligno que le causara estragos. Los druidas en Irlanda recorrían los vecindarios y alrededores la noche del 31 de octubre para colectar ofrendas a Satanás. Ellos cargaban linternas, bolsas de dinero y varas de caña puntiagudas. En cada casa demandarían un específico importe. Si el dueño de la casa no daba la ofrenda, el druida castraría al humano con la vara o a uno de sus preciados animales. Años después, los granjeros irlandeses, emulando la costumbre druida de antaño, iban casa por casa rogando por comida para sus antiguos dioses. Buena suerte era prometida a todo aquel que donaba, pero amenazas eran hechas contra aquellos que no daban.
Fuente: http://www.pcjovenes.com/temas/la_historia_de_holloween.php
Cris
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